La industria de la lencería y underwear, se ha empeñado, según las últimas tendencias, en encorsetarnos.
En las lencerías se ven modelos que nos recuerdan a nuestras abuelas en sus mejores tiempos!
EL PELIGRO DE LLEVAR SUJETADOR
¡Y que vivan los pechos en
libertad!
Una de las partes más eróticas del cuerpo femenino es
el pecho y, por asociación de ideas, también lo es el sujetador. Por eso se ha
convertido en un elemento clave de la moda, y su uso se ha impuesto hasta
convertirse casi en una obligación.
Aún así, en los años treinta se publicó un primer
estudio en el que ya se relacionaba al sujetador con el incremento de casos de
mujeres con cáncer de mama. Desde entonces se han ido sucediendo estudios de
investigadores y médicos que también se han publicado, pero que no han tenido
apenas repercusión entre la población femenina, a menudo condicionada por los
medios de comunicación y la publicidad.
Veamos el asombroso resultado de uno de esos estudios:
3 de cada 4 mujeres que sufren cáncer de mama suelen usar sujetador, mientras
que en el caso de las que nunca lo usan, solamente una de cada 168 lo sufre.
Por tanto, el riesgo de sufrir cáncer de mama es 125 veces mayor si se utiliza
sujetador. Llevarlo supondría un riesgo 12 veces mayor de sufrir cáncer que
fumar (y la mayoría de las fumadoras usan sujetador).
Sujetador y circulación linfática
Un estudio muy reciente llevado a cabo por dos
expertos en medicina antropológica vuelve a destacar la relación existente
entre llevar sujetador y el cáncer de mama. El sujetador comprime los diversos
ganglios y canales linfáticos, las toxinas ya no se pueden eliminar de manera
natural mediante el drenaje linfático y se acumulan en la mama originando con
el tiempo quistes, nódulos fibrosos y tumores cancerígenos.
Los capilares linfáticos son subcutáneos y
microscópicos. Se comprimen con una ligera presión, impidiendo que la linfa
cargada de productos de desecho los deposite en los vasos o incluso en los
ganglios. La linfa entonces se estanca y las toxinas que no ha podido liberar
se vuelven nocivas. Llevar el sujetador más o menos apretado por los elásticos,
refuerzos o copas que elevan el pecho comprime estos capilares y vasos linfáticos,
obstruyendo la circulación.
Además, los sujetadores hacen que la temperatura de
los senos aumente considerablemente debido al tejido que cubre las mamas y a la
compresión a la que se ven sometidas. Esto se ha podido comprobar mediante
estudios termográficos. Sabemos que una mama precancerosa o cancerosa tiene una
temperatura mayor que una mama sana.
El masaje natural que se produce
si no se lleva sujetador
El movimiento natural del pecho al caminar, cuando no
se lleva sujetador, produce un masaje que permite que la linfa circule. Cuando
se interfiere en este movimiento natural, la linfa ya no puede circular, las
toxinas se acumulan y aparecen los quistes y tumores.
En algunas partes del mundo (Japón, Fiji, regiones
maoríes o indias…) no dudan en hacer campaña para volver a utilizar la ropa
tradicional que deja los pechos en libertad, después de la aparición de cáncer
en mujeres tras haber adoptado la forma de vestir occidental.
Una falsa necesidad
Desde 1978, varios estudios médicos llevados a cabo en
Francia, Estados Unidos, Japón y Gran Bretaña han señalado que, a diferencia de
lo que se creía, el sujetador puede aumentar la caída del pecho. A pesar de
ello, la industria textil no deja de pregonar lo que ningún estudio médico
confirma.
Algunos estudios paralelos realizados en Japón y
también en Francia por el profesor Jean Denis Rouillon, especialista en
medicina deportiva del Centro Hospitalario Regional Universitario (CHU) de la
ciudad de Besançon, han demostrado que llevar sujetador favorece la caída del
pecho. “Las mujeres son
partidarias de dejar de llevar sujetador, tanto por comodidad como por
estética. Contrariamente a lo que se pensaba, no sólo el pecho no se cae sino
que se reafirma, se levanta y la calidad de la piel mejora”.
Así es. Al utilizar sujetador, los ligamentos de
Cooper y los músculos cutáneos, que son el sostén natural del pecho, dejan de
trabajar, atrofiándose mientras el pecho pierde su firmeza, descolgándose aún
más rápido con el paso del tiempo.
Los senos se encuentran recubiertos por una membrana
fina y muy resistente, que a medida que desempeña su función se vuelve aún más
fuerte. A su vez están suspendidos por sus ligamentos, como si de una redecilla
se tratase. De ahí que en ocasiones, al dejar de llevar sujetador, se pueda
experimentar una desagradable sensación de tirantez que se prolonga unas
semanas hasta que recuperan su firmeza.
El desarrollo en las niñas
Condicionadas por nuestra sociedad, las madres
disfrazan a sus hijas con este complemento desde el mismo momento en que les
empieza a crecer el pecho. Este gesto ya contribuye a que se empiece a caer el
pecho, puesto que los elementos anatómicos de suspensión del seno, tanto
musculares (platisma) como conjuntivos (fascia), se fortalecen durante el desarrollo
de la niña, cuando la fuerza de la gravedad o los movimientos mecánicos que se
producirían si no se llevara sujetador se están ejercitando.
Un sostén mecánico natural
Mediante la colocación de sensores en el cuerpo de
mujeres atletas, investigadores deportivos han podido descubrir que, durante la
práctica deportiva, el pecho se mueve 6 cm de arriba abajo y 9 de izquierda a
derecha. Estos movimientos (que con un sujetador se reducen en un 70%) permiten
que el pecho se adapte y que multiplique de forma natural su sujeción. Tan
desconcertante como asombrosa es la constatación de que, a pesar de todo lo que
nos habían dicho, después de tres años de estudio a estas atletas no sólo no se
les había caído el pecho, ni menos aún se les había quedado flácido, sino que
hasta se les había realzado.
Estudio médico sobre la evolución
de la comodidad de no usar sujetador (2009)
Al comenzar el estudio, el 42% de las participantes no
se sentían cómodas sin sujetador. Tres meses después, la incomodidad había
desaparecido. Tres años después, a nadie le duele ni le molesta ya no usar
sujetador en sus actividades habituales, incluidas las deportivas. ¡El ángulo
del eje del pezón con respecto a la horizontal aumenta de media un 180%!
Desde el punto de vista estético se trata de un cambio
positivo, ya que sería el efecto contrario al de la caída del pecho (ptosis
mamaria). El seno sin sujetador se hace más fuerte. No usar esta prenda
proporciona a la mujer un pecho con más firmeza natural y más elevado,
contrariamente a lo que se creía.
Desaparición de los dolores al
dejar de utilizar sujetador
Dos cirujanos británicos, especialistas en patología
de la mama, han llevado a cabo ensayos en dos clínicas en Inglaterra y Gales.
Han realizado un estudio con mujeres para comprobar si el hecho de no utilizar
sujetador podía disminuir los dolores de pecho. Según su investigación, la
mayoría de las participantes sentían menos dolor después de tres meses sin
utilizar sujetador. Para el estudio solicitaron a las mujeres que sustituyeran el
sujetador por una especie de camiseta elástica o top, o incluso que no llevaran
nada. Al terminar el estudio, ninguna deseaba volver a utilizar sujetador
porque habían ganado en bienestar y comodidad.
Otro estudio ha arrojado los siguientes resultados con
respecto al tratamiento del dolor de hombros en mujeres con mucho pecho. En la
investigación, realizada a lo largo de cinco años, se propuso a las pacientes
que durante dos semanas aligeraran el peso que ejercía sobre sus hombros el uso
del sujetador dejando de usar éste. Según el estudio, a largo plazo se lograba
que desapareciera el dolor de hombros simplemente dejando de utilizar
sujetador. De hecho, el 79% de las pacientes decidieron, después del estudio,
descargar de manera permanente a sus hombros del peso del pecho desprendiéndose
definitivamente del sujetador, ya que se sentían liberadas.
- Reproducido con la autorización del “Le Journal de Michel Dogna”-
Recogido por Juan-M Dupuis
Claro que hasta vosotros habéis caído en el tópico:
Calzoncillos que elevan los glúteos ¿Serán cómodos?
by Dra. Imma González
www.novadona.com