Belleza con naturalidad
La
Medicina Estética en los últimos años ha tenido un gran auge. Es una verdadera
necesidad esta parte de la Medicina que se ocupa de la estética y la belleza de
la población. Cada vez son más los pacientes que acuden a nuestras clínicas
para mejorar su aspecto y llegar a la madurez con un físico agradable, una cara
que aparente que la vida les ha tratado bien y un buen estado nutricional que
les dé una buena salud y que asegure una
madurez saludable.
Nuestros
pacientes nos piden tratamientos efectivos pero con resultados naturales. Atrás
han quedado los labios de pato y los pómulos de pepona. No nos gustan las caras
recauchutadas. Siempre digo que uno tiene el paciente que se merece.
Cuando
entra por primera vez un paciente a tu despacho busca ver en ti un aspecto que
le agrade. En mi caso creo no defraudarles. Mis 51 años y mi aspecto no se
llevan mal, pero podría aparentar alguno menos. A pesar de la maternidad he
conseguido mantenerme en la misma talla de ropa que antes de parir. Además cuido mi alimentación, tomo complementos dietéticos que ayuden a frenar el paso del tiempo y a prevenir futuros problemas de salud.
Es decir, tomo muchas cosas y no estoy enferma, por eso las tomo. Hace más de 15 años que no he tenido que usar antibióticos para nada. Gasto buenos cosméticos.
Es decir, tomo muchas cosas y no estoy enferma, por eso las tomo. Hace más de 15 años que no he tenido que usar antibióticos para nada. Gasto buenos cosméticos.
Me
exfolio la piel con regularidad y me inyecto Bótox y Vitaminas. Algún PRP.
Hidrataciones con Indiba ® y todavía no he pasado por el ácido hialurónico, los
hilos ni nada más aunque , por supuesto, no lo descarto.
Últimamente
hemos visto cómo nuestra profesión y algunos compañeros han quedado en entredicho
en un programa sensacionalista de TV en el que se veían colegas deformados por
el paso por quirófano, sin escrúpulos ni ética al recomendar tratamientos o vanagloriándose
de la mutación que han sufrido sus caras por el exceso de tratamientos
estéticos. Son precisamente estos resultados los que no queremos ni yo ni mis
pacientes. Son estos compañeros los que hacen flaco favor a la profesión, y nos
desprestigian. Y por supuesto los periodistas que no saben distinguir un
tratamiento cosmético con cremas de un tratamiento Médico estético. O que frivolizan
los tratamientos llamándolos “mágicos”.
Para
ser un buen médico estético hay que tener una buena formación, avalada por una Universidad,
un Colegio de Médicos, pertenecer a una sociedad científica que te ayude en la
formación continuada o buscarla tú, a ser posible independiente de la
Industria, asistir con regularidad a talleres y formaciones, pero sobretodo ser
buena persona, tener dignidad, respetar a los compañeros y hacerte respetar.
Desconfío
de aquellos que nunca veo en formación: dónde aprendéis? en youtube?
Y a
ustedes pacientes, busquen calidad en los productos. Investiguen el CV de su
doctor/@ antes de que les trate, dónde se ha formado, cuántos años de
experiencia le avalan. Pregunten por los materiales y su calidad, no sólo por
el precio. Exijan pasaportes de belleza o etiquetas con el producto inyectado. Pregunten
sobre los pros y los contras de cada procedimiento y, sobretodo, déjense
aconsejar. Una cosa es lo que Uds. nos piden
y otra lo que necesitan. Ninguna empresa que venda Bonus Low cost de
tratamientos está legitimada para hacer un diagnóstico previo a la primera
visita con su Dr/@. Ud no debe comparar un tratamiento antes de que un experto
haya diagnosticado qué es lo que le conviene.
Hagamos
las cosas bien. No nos perdamos el respeto. Elevemos nuestra profesión al lugar
que se ha ganado y sobretodo, entre todos, sigamos luchando por un
envejecimiento Digno y Saludable.
Os
dejo algunos casos de antes y después para que valoréis cómo entiendo yo la
belleza y qué me piden mis pacientes, algunos de los cuales me conocen hacen
más de 25 años y a l@s que adoro.